Transformate.
Incansable cambio.
Parece mentira como en sólo unos meses podemos encontrarnos en un escenario totalmente diferente al que estamos habituados o creíamos estable o permanente. La verdad es que todo cambia y se transforma.
Con frecuencia y cada vez que estoy frente a un cielo limpio, sea de día o de noche, observo esa constelación inmensa que nos cobija y regala vida; imagino más allá de nuestra vía lactea y desarrollo una visión infinita del universo, que ahora sabemos evoluciona y cambia, es decir, también se transforma.
Hace un año estaba casado, ahora estoy separado, mi hermana sonreía con mis ocurrencias y hoy ya no está entre los vivos, trabajaba intensamente en proyectos financieros y la crisis me obligó a realizar giros nunca imaginados. Los expertos altamente respetados en Wall Street ahora son vistos y oídos con mucho cuidado, incluso algunos ya no están más. Si miramos con atención a nuestro alrededor, el mundo está con frecuentes oleadas de cambios, exigencias y nuevas visiones de lo que somos y de lo que debemos hacer para estar en la correcta senda, que no sólo respete a la humanidad si no también todo lo existente. Se va tomando conciencia que Todo es Uno.
Usualmente nos resistimos al cambio y queremos aferrarnos a pertenencias emocionales, físicas y virtuales. La verdad es que el miedo al cambio puede paralizarnos e impedir una auténtica transformación y evolución. Muchas veces preferimos esa "estabilidad" de bella durmiente que nos detiene en el tiempo pasado para consolidar creencias antes que un conocimiento acertado. Nos gusta creer antes que saber.
Moriremos hoy o en un momento futuro, pero estamos actuando como si fuésemos inmortales, nos sentimos muchas veces satisfechos con nuestra creencia heredada, costumbres adquiridas y rechazamos el cambio. Idolatramos la "estabilidad" de nuestro sistema de creencias en un colectivo que permanentemente protege su conservación. Hay un sistema en el pensar basado en innumerable cantidad de "verdades" que estructuran nuestros planes, sueños y anhelos; es increíble como podemos hacer muchas locuras por un sueño que no nos pertenece, por un sueño prefabricado en el pensamiento colectivo al que perteneces.
Somos humanos potencialmente desde que nacemos, claro que lo somos, pero podemos ser realmente humanos si logramos elevarnos por encima de esas "verdades" para encontrar la nuestra, esa que está ahí en tu corazón, en tu alma esperando que un día la percibas y acojas con tanto entusiasmo como lo haces con esas verdades que son totalmente ajenas. No te cierres ni refugies en esa coraza fácil y que está a la mano, sobretodo si intuyes que ser otro más dentro del espectro de paradigmas y estereotipos tan aceptados por la sociedad es una vida perdida.
Puede que transformarte sea una tarea incomoda, difícil y de abundante incomprensión, al extremo que puedan tildarte de loco, extraño o chiflado; pero te aseguro que vale la pena descubrir todos los verdaderos sueños que tienes y que no están contaminados simplemente de la costumbre o moda.
Transformate y lucha por sacar toda esa información interior que no sólo te dará luz para ver con claridad la razón de tu ser, si no que también ayudará a los ciber-humanos, a los autómatas y a los acostumbrados a ser como los demás, a tomar conciencia que hay un mundo real, no afuera en los centros comerciales, restaurantes o lugares turísticos, si no fundamentalmente dentro de cada uno, dentro de ese misterio que aparece apenas cierras los ojos para mirar, oír y dialogar con tu mágico ser.
Atrévete, te aseguro que todo se transforma.
Mucha luz en tu día,
Juan de la Piedra