Golpeando al Miedo.
								
				
				
Identificando miedos.
  No se te  ocurra matar una mosca en la cabeza de un tigre, reza el proverbio chino;  obviamente el sentido es prevenirte de la reacción del tigre. Podría ser  fatal. Desde el ADN  de nuestros padres, pasando por los 9 meses de feliz espera, los seres humanos  tenemos una herencia, una gran carga informativa que denominamos miedo. Todos de  una manera u otra nos enfrentamos a riesgos de toda naturaleza y calibre, sea  por experiencia o por información sabemos que hay peligros. La percepción de  probable dolor, pérdida o daño en general nos genera una angustia o temor  comúnmente llamada miedo. Bill Gates  hace unos pocos años decía que Microsoft era producto del miedo, dando a  entender que el miedo no es tan temible como muchos creen. Es decir, podemos  generar un gran imperio, generar mucho empleo, innovar la tecnología en el mundo  y muchas cosas más en base al miedo que implica ser una empresa mundialmente  líder. Esto es, miedo a ser pirateada, golpeada día a día por la competencia  desleal y la franca, en la batalla diaria de los mercados y  utilidades. En toda  guerra hay miedo, sea esta una guerra militar, de márquetin, entre hermanos,  parejas y/o amigos, y hasta en un simple juego de azar. Esa imaginación que nos  hace temer un riesgo que no queremos sufrir genera una emoción notable que puede  paralizarnos y en algunos casos hasta matarnos. No soy  experto en temas sicológicos sobre el miedo, no pretendo aquí hacer una  descripción magistral del miedo, sólo deseo hacer una reflexión que podría  cambiarnos la perspectiva de nuestras conductas vivenciales y  cotidianas. De hecho que la seguridad es un sentimiento básico,  no importa cuál sea nuestra edad ni nuestra posición en la vida, todos necesitamos  sentirnos seguros. Si no lo conseguimos, actuamos de forma ineficiente y  nuestras relaciones interpersonales pierden su placer, vivimos de  miedo. La  confianza se vuelve indispensable y la obtenemos de la sensación de seguridad y  protección que recibimos. La confianza nos permite avanzar cuando el miedo se  impone a nuestro deseo de participar, es decir, cuando el miedo se convierte en  el desafío natural de la vida. Esta no es la única alternativa frente al miedo,  pero tal vez la más cercana a nuestro quehacer.  De  una u otra manera todos consideramos que vivir es un reto, un desafío, hermoso o  trágico, pero finalmente una aventura llena de dicha y de riesgos que debemos  correr. El miedo parece que será un acompañante inevitable y  duradero.  Lo  que si veo con claridad es que hay distintas actitudes y reacciones frente al  miedo.  Cuando  en 1954 Roger  Banister se convirtió en el primer atleta en correr una milla en 3 minutos, 59.4  segundos, batiendo así un record que se había intentado romper por más de 100  años. A la luz de ciencia era imposible intentarlo, pues era un peligro fatal  para la estructura ósea. Meses más tarde muchos atletas rompieron también el  record y otros los superaron. Se perdió el miedo porque alguien tuvo la duda o  el pensamiento contrario, o tal vez "ignoraba totalmente que no se  podía".  ¿Cómo  se logró vencer ese miedo a lo imposible? Muy simple, se ignoró la creencia  generalizada, se tomó la decisión de hacerlo, fue precisa una gran motivación,  para luego romper la "verdad" aceptada por todos, creando una "nueva verdad", un  nuevo paradigma. Sin miedo podemos lograr eso que llamamos hazañas, pero hay que  tener mucho cuidado.  Si  puedes perder el miedo ten en cuenta que hay muchos detalles de por medio para  lograr superar los retos que te impones. Recuerda la agilidad y astucia del  tigre que calcula muy bien sus riesgos, pero no duda en enfrentarlos y salir  airoso. Entonces será necesario que despiertes el entusiasmo de  compartir con los demás las diversas experiencias y riquezas vivenciales, sin  que ello signifique que olvides estar sólo, una vez estés contigo mismo. Siempre  que sepas estar contigo mismo, por un lado, y con los demás, por otro, habrás  encontrado la sabia fórmula de crear tus propios retos y esquemas, sin  limitaciones ni creencias absurdas. La soledad no es desdicha per se,  al contrario será tu gran escenario de creatividad e independencia real, será el  hábito que moldeará al miedo, golpe a golpe, lágrima a lágrima tal vez, pero con  la sobriedad y templanza que te facultará una y otra vez a sentarte cuando  gustes en tus propios miedos.  El  tip para atraer lo que más quieres, consiste en alcanzar una armonía vibratoria  con eso que quieres. Sólo imagina que ya lo tienes, visualiza que ya es parte de  tu vida, disfrutando de la vivencia, y a medida que repitas dichas visiones y  ofrezcas sistemáticamente esas vibraciones, el Universo se confabulará para  proveerte de lo que estás pidiendo. No te diré que no tengas miedo a los riesgos  de la vida, sólo te ofreceré la aventura de torear al miedo heredado, al miedo  colectivo, al miedo inculcado en nuestro entorno limitándolo y golpeándolo día a  día hasta que podamos gozar con nuestras nuevas marcas y sueños  logrados.  Mucha  luz en tu día,  Juan de la Piedra   Foto: Matt  Stuart.
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