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* USUI REIKI *

Shamanes y el Reiki

Shamanes y el Reiki.

Shamanes y el Reiki.

¡Qué horror! - decía una abuelita que estaba observando el noticiero de la noche - todo esto ocurría en un país latinoamericano en el que un Shamán vestido con caracterizado atuendo gritaba: ¡Sal Lucifer! ¡Sal Lucifer! ¡Sal Lucifer! desocupa este cuerpo sagrado en nombre de Jesús, María y José¡¡¡

Estos shamanes vendedores de cebo de culebra - ¡que horror, como puede haber gente que aun crea en estos charlatanes! - afirmaba con mucha convicción de no creer en estas supercherías, pueblerinas y carentes de cultura.

El noticiero descubría - en efecto - que el supuesto Shamán era en realidad un estafador de extracto humilde, que no encontró otro modo de agenciarse recursos que fungiendo ser un sanador de origen nativo. Por desconocer los auténticos métodos curativos había enviado a un señor al hospital público con una intoxicación severa. El Shamán estaba apresado y el Fiscal iniciaría la denuncia penal correspondiente. Una triste realidad en nuestra sociedad.

La percepción de que los shamanes son charlatanes, brujos, metidos en esoterismos peligrosos y herejes es una herencia colonial. Recordemos como fue la conducta de los conquistadores desde que Colón puso pie en tierras americanas; recordemos la labor de la Santa Inquisición de la Iglesia Católica con relación a las creencias de los nativos indios de las américas.

En la Colonia, tiempo después, era ya común ver con desprecio las costumbres y creencias de los Incas, Mayas, Sioux, etc.; es más, eran condenadas como herejías, severamente castigadas en las salas de torturas de la Santa Inquisición. Y, por cierto, los curanderos nativos, indios, Altamisayocs, Paccos, hueseros, etc. fueron escondiéndose del alcance de la sociedad dominante europea.

Sin embargo, los europeos tienen más brujos y hechiceros que los americanos. Si no recordemos a los Celtas, Bárbaros, Iksar, Nigromantes, Ogros, Trolls, a los Gitanos que deambulaban adivinando por todo el viejo continente a grandes políticos, ricos y gente común.

Pero la conquista y colonia hizo y deshizo con las diversas culturas nativas, incluso destruyendo ancestrales ritos holísticos así como celebraciones del solsticio, que hoy la Nasa promueve y difunde a nivel global.

Los verdaderos Shamanes americanos, están en su mayoría ocultos, todavía no han dado el paso decisivo que los admita en una sociedad que aun tiene rezagos y herencias coloniales de rechazo. Sólo algunos están empeñados en darse a conocer, en preparar a las nuevas generaciones sobre su mensaje y aporte a la sociedad. Por ejemplo, encontramos en Bolivia a Chamalú, creador de auténticas comunidades andinas que las ha denominado "Planeta de Luz"; grandes espacios (México, Colombia, Cochabamba) donde las personas viven comunitariamente, compartiendo, alabando a la naturaleza y a Dios.

De otra parte, es muy curioso, sin embargo, lo que ha ocurrido en otras culturas con sus "shamanes". Por ejemplo, todos sabemos que a Japón nadie lo invadió ni conquistó. La consecuencia de esa historia propia ha traído como consecuencia que sus síquicos o shamanes se encuentren en el más alto nivel de la sociedad. Todos sus emperadores eran shamanes, en el buen sentido de la palabra. No hubo jamás en esta sociedad alguien que los aplaste o asesine, que los desprecie, que los margine, considere ignorantes o herejes. Al contrario, son muy respetados y buscados por los principales líderes empresariales, de la política o de la sociedad.

EL Reiki, de origen japonés, para muchos no es shamanería (sobre todo en América); sin embargo, del estudio que hizo hace ya algunos años Walter Lübeck, distinguido Maestro de Reiki alemán, y Frank Arjava Petter, mi Maestro de Reiki, en el libro "El Espíritu del Reiki", se advierte que el reikista es finalmente un Shamán, pues conoce como abrir el corazón a la más profunda espiritualidad, y también como guiar la energía de la tierra y cielo a propósitos sublimes y divinos.

Recuerdo a Arjava en Caracas, Venezuela, en el año 2002, en una de las clases, cuando afirmó categóricamente que en los símbolos antiguos del Reiki cabe la posibilidad de ser traducidos como el camino del Shamán. Porque una de las partes del kanji (ideograma) significa el vapor del arroz cocinado que se transforma y va al cielo; esta simbología representa a los shamanes que conocen el camino de lo material a lo espiritual.

Ser Shamán, entonces no es un sacrilegio como en la época de la Colonia, ni debe ser motivo de rechazo o burla. Otra cosa, es el estafador, que puede disfrazarse de Shamán, médico, abogado, etc.; a estos son los que debemos señalar y apresar.

Quien llega al Reiki llega por su mente abierta (Open Mind), el maestro de Reiki que los recibe tiene la obligación moral de mantener esta apertura, y no al contrario. Sería un grave error decirles a los alumnos que las otras maneras de llegar a la espiritualidad no son válidas, que el Reiki es lo único y que en el caso de la shamanería (sea cual fuere) está el demonio, lo esotérico y lo hereje.

Naturalmente hay shamanerías negras, así llamadas por sus propósitos manipuladores de la existencia, sin importar el bien o mal. Estas formas son en mi opinión despreciables porque no respetan el derecho de los demás, son invasivas e irrespetuosas. Pero en estricto lenguaje es un manejo shamánico.

El tema ético del uso de la energía, es algo muy profundo y difícil de exponer en una simple bitácora, pues los aspectos culturales hacen ver que lo que es bueno en una cultura es malo en otra; y, entonces, podríamos discutir siglos sobre quien tiene la razón.

El Reiki, es una disciplina y arte espiritual orientado a favorecer al prójimo, a hacer el bien a uno mismo y a los demás. Pero no deja de estar dentro de la shamanería japonesa, guste o no, sobre todo a quienes aún piensan con criterios coloniales.

Hasta el próximo jueves,

Gasshi Juan
Editor
gasshojuan@aol.com

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